martes, 26 de julio de 2011

Teletransportarte al pasado

¿Sabéis ese chico en el instituto que os tenía locas? Ese al que sólo con verle se te hacía un nudo en el estómago y que te hacía reírte sin más razón que por lo guapo que era...

Yo también tuve el mío. Era el Brad Pitt del instituto pero en versión hippie, y la verdad es que no me hacía ni caso. Podría contar con una mano las conversaciones que tuvimos en los 4 años de instituto; y cuando digo conversaciones me refiero simplemente a intercambios de dos o más palabras...


Uno de los momentos más ridículos de esa época lo pasé por él. Estaba yo con mis amigas a la hora del patio hablando, como siempre. Su grupito se sentaba bastante cerca del nuestro y fui a tirar el envoltorio del donut que me había comido en la papelera que estaba al lado de Mr. Brad. En el momento de ponerlo en la papelera, él se giró y me miró. Yo me quedé clavada en el sitio, papel en mano, durante no sé exactamente cuánto tiempo, mirándole. Mágico. Hasta que el resto de sus amigos se giraron, me miraron y me hicieron aterrizar de golpe en la realidad. Tiré el papel y me faltó poco para salir corriendo. Mis amigas siguen riéndose a día de hoy de mi momentazo.


Ahora, unos años después, con mucha más experiencia y madurez, estas cosas ya no me pasan. Ningún chico me pone tan nerviosa. ¿O sí?

Resulta que Mr. Brad ahora se dedica a la gestión medioambiental y comparte oficina con un amigo mío, con el que voy a tomar cafés de vez en cuando. Hoy he pasado por allí y mi amigo no estaba, así que he estado a solas con Mr. Brad. Exteriormente, creo que he mantenido la dignidad: mirada sostenida, hablamos sobre las vacaciones, ir en bici, una lesión que tiene en el pie, actividades varias, no tengo ningún envoltorio en la mano durante más de 30 segundos...

Pero por dentro, parecía que me fuera a dar una taquicardia. He salido de allí negando con la cabeza y sintiéndome casi igual de ridícula que en el instituto. Eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja. Vuelvo a tener 15 años y acabo de hablar con él!!!! :)

jueves, 14 de julio de 2011

Streetmatching

Todos hemos tenido momentos de conexión con alguien. Los transportes públicos son especialmente propicios para intercambios de miradas de todo tipo, más y menos disimuladas, alguna sonrisita y normalmente falta de valentía para dirigirnos hacia esa persona y establecer un contacto más directo tipo número de teléfono, mail o facebook.

La otra noche fuimos a un bar de copas chiquitito y, al entrar una parte del grupo, apareció por la puerta un chico alto que me atrajo al momento. Comprobé que venía él solo con un amigo y que no formaba parte de nuestro grupo, pero cerró el bar con nosotros. Nos quedamos en la calle despidiéndonos y decidiendo nuestro próximo destino. Le tenía al lado y aproveché para hacer una broma. El me preguntó dónde les sugería salir de fiesta. Le propuse la discoteca donde íbamos a ir nosotras y empezamos a hablar. Buen feeling.

Aceptaron mi sugerencia y nos acompañaron a la discoteca. Iban bien vestidos, pero con bambas así que el portero no les dejó entrar.... Maldije al portero y a las bambas una y mil veces pero más aún mi falta de rapidez de reflejos por no haberle dado mi número durante la media hora que nos pasamos hablando, sabiendo que era previsible que no pudieran entrar a la discoteca. Me quedé al otro lado del cordón, como una idiota, al lado del portero, deseándole que les fuera bien la noche.

Me prometo a mí misma que no va a volver a pasarme esto. No dependeré del streetmatching ni de volvernos a encontrar por casualidad. Lo escribiré en un papel cien veces: Carpe diem!No hay que tener vergüenza ni pensar demasiado esas pocas veces que sientes una conexión con alguien...