martes, 31 de julio de 2012

Saboreando el momento

Todavía estoy saboreando anoche... Propuse un plan sin saber qué esperar y superó mis expectativas. La propuesta ya era sensual: comida deliciosa, un paseo en bici recorriendo la ciudad de noche, un baño nocturno...

Hacía mucho, mucho tiempo que no me sentía así. Fui a su casa para dejar las cosas y ponernos el bañador para ir a la playa y me enseñó su pequeño huerto urbano mientras me rodeaba el hombro con el brazo. Es increíble cómo la percepción se puede focalizar en un punto del cuerpo. Tenía su cara a 5 cm. Aceleración del corazón: ¿me va a besar? Parecía, pero no.

Nos metimos en el agua, negra de noche, y mientras hablábamos y nos reíamos, nos acercamos y, ahora sí, nos empezamos a besar mientras nos comíamos las olas. Tan natural... Estoy nerviosa y acelerada por un lado anticipando que se me acerque y, por otro, como en casa al contacto de su piel.  




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