domingo, 10 de abril de 2011

Paseando por el arcoiris

Un buen día Skyland se reveló. Era un día GRIS de octubre, como cualquier otro, sentada en un bar, en la plaza del pueblo. Ese día Skyland decidió poner a prueba sus creencias básicas acerca de la vida y el amor, "conocer un chico fantástico, enamorarse, tener una familia y ser felices para siempre en una nube rosa". Por sorpresa en este improvisado ejercicio de lógica aristotélica... la proposición fue refutada. O sea, esa verdad absoluta cayó, como una sutil venda de terciopelo azul que se desliza y cae flotando,de los ojos al suelo.


Por suerte Skyland descubrió que detrás del mundo rosa había otro blanco, en blanco. Primero la dejó un poco cegada, pero luego vió una nueva vida. Una vida que le daba algo de vértigo al inicio, pero que era menos encorsetada, más libre. Y con esa libertad que se iba fraguando poco a poco redescubrió esos espacios de risas y felicidad. Ahora con la libertad de disfrutar cada momento, la libertad de hacer lo que a uno le gusta, la libertad de pensar lo que uno quiera. Un sólo inconveniente, en esta nueva vida nada es tan claro, tan TRANSPARENTE.


Y en este mareo, que Skyland disfruta, aparecen chicos jóvenes, mayores, altos y bajos, blancos y negros, y lo último; una chica. Loca, lista, directa, atrevida, bruta, algunos dirían que atractiva, otros dirían que algo masculina, y Skyland se siente de pronto en un videoclip de Kate Perry. Uno de esos donde la gente tiene el pelo fucsia, y cantan "I kissed a girl and I liked it, I hope my boyfriend don't mind it". Y el momento se vuelve divertido, interesante, diferente, prohibido. Saltos, risas, comentarios traviesos. Todo es nuevo. Y a Skyland le gusta lo nuevo y es muy traviesa... :D Y Skyland juega, con el pelo, con la sonrisa, con la mirada, y asiste atónita a un tonteo distinto, más sutil, menos evidente y con un leguaje más común. Un tonteo violeta, y sin duda, lo disfruta.



Pero como en otras cosas de la vida, a veces es más interesante el camino que el destino. Es como cuando ves un arcoiris, y aceleras el cohe para verlo más de cerca, y resulta que como más vas hacia él más se pierde la perspectiva, más se difumina ese paisaje anaranjado que lo enmarcaba, esa iridiscencia que se veía de lejos.

El arcoiris de pronto se convierte en una personita, una persona que no quieres besar más especialmente que a un chico de 21 años o aquél guapo del pódium, o el chico que verás el lunes. Por no hablar de algo más que eso, que de pronto se te antoja indigerible y poco apetecible.

En estas cosas el cuerpo es sabio y habla alto y claro. Y si es no, es no. Luego, a deshacer el entuerto, a pasar momentos algo incómodos,... cual quinceañera metepatas.


Este mundo no deja de sorprenderme. Todo es canviante, todo excepto que que Skyland no vive por ahora en el mundo del ARCOIRIS, indefectiblemente su color favorito siempre ha sido el verde (por eso del perro...). Si acaso su cabeza ahora es un pequeño CALEIDOSCOPIO de formas y colores que da vueltas y vueltas. Para gustos los colores. Os comparto un pedacito de mi hoy; http://www.youtube.com/watch?v=pBNcaXLkWX0

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