miércoles, 11 de mayo de 2011

La Luna y el Sol



Miro por la ventana la luna, crece silenciosa, hasta que formará un aro, un enorme espejo que nos ilumina, pero no es más que un miraje del astro de incandescente más grande del universo. No brilla por si misma hoy pero ello no la acompeja, se siente orgullosa y nos regala aquellas noches de magia, de lunas llenas y besos fundidos de luz metálica.


Y es que hay veces que no brillamos por nosotras mismas, noches de confusión y desánimo. Sin embargo podemos ser igual de bellas, aunque nos dispemos cada mañana, igual que la luna se borra en el firmamento, hemos brillado igual de esplendorosas.


Un amor imposible confunde a cualquiera, se esconde de día pero por los noches brilla intenso como la luna:

"Y al alba desentrelazar lacitos que se forman en lo más profundo de mi mente.


En este mundo controlado en el que simplemente Skyland guarda en lo más recóndito pedacitos de sueños, los une, los separa, los regira y construye pequeñas realidades virtuales y ocultas. Su mundo particular.


Sólo cuando el silencio acaricia la piel, y la noche oculta los miedos, acalla la conciencia y da rienda suelta al espíritu, en esos instantes en el que todo es posible, aflora hoy Skyland.


Y con las primeras luces, recordar cada instante, saborear cada destello, ...


Luego arrepentirse, luego decirse que no es así, luego tocar de pies en el suelo. El suelo frío de mi habitación, primero los deditos, luego el resto de la planta del pie, y luego ese escalofrío que recorre mis piernas y mi espalda y llega a mi corazón.

Qué es la vida sino un sueño?"

Por suerte siempre hay soles que nos ayudan a iluminar cada día, a despertar de cada sueño, cuando menos piensas.






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