domingo, 8 de mayo de 2011

Polvos vs. besos

Me acabo de despedir de Mr. Ex, que celebraba su cumpleaños, con dos besos en las comisuras de los labios, que los dos sabíamos que no eran inocentes ni accidentales. De hecho, le he preguntado "Qué haces?" porque me cuesta de entender que siendo del mismo grupo de amigos que Mr. Neverendingstory no se corte en demostrar este tipo de afecto, conociendo nuestra historia y teniendo él una historia muy intensa, aunque ya pasada, con una de mis mejores amigas. Ha sido un momento extraño, después de ofrecerme un bocado de su croissant, de reírnos toda la noche con amigos comunes, de sus tonteos con otras chicas y mis tonteos con mi Mr. Nos hemos encontrado por la calle de casualidad. Yo volvía del piso que él comparte con amigos comunes y él venía andando después de separarse de un amigo que es vecino mío. Mr. Neverendingstory iba tan borracho que se ha ido a dormir a su casa y yo vuelvo a casa con esos dos besos de ese Ex, que no es el mío, ni el deseado pero al que deseo un poco.


Hace cosa de un mes me hizo algo parecido. Estábamos de fiesta, hablando, sin más, aunque el resto de gente presente por lo visto estaba haciendo apuestas de cuándo nos íbamos a liar. El fue al lavabo y comenté la jugada con el resto de gente, riéndome de sus apuestas. Cuando volvió se lo dije "Imagínate, están haciendo apuestas de cuándo nos liamos, qué tontería, no? Cuando hace 10 años que no ha pasado nada entre nosotros y además, cuando no ha pasado nada, es porque ninguno de los dos hemos querido". Su respuesta fue besarme con fuerza. Yo, sorprendida, no negaré que devolví su inesperado beso.

A veces se juega con malentendidos y provocaciones, pero en este caso, por el tiempo que hacía desde que había pasado ese único episodio entre nosotros, por su historia con mi amiga y por mi historia con su amigo, realmente yo lo dije en broma, como si lo más improbable fuera que pasara algo entre nosotros.

Después de ese beso, nos separamos como si nada. Era casi el momento de irse. El resto del grupo avanzó hacia el guardarropa, yo les seguía y él me tiró de la mano, se apoyó en la barra y me atrajo hacia él para darme otro apasionado beso que yo también devolví para, dos minutos después, reunirnos con el resto del grupo como si nada.


Hoy, en un momento de la noche, he hecho alusión a las borracheras y a si nos acordamos de ciertas cosas. Él me ha dejado claro que se acuerda de ese momento, que no fue sólo fruto del alcohol. Y esos pequeños besos en las comisuras de hoy reconfirman ese extraño sentimiento. Es, pero no puede ser. No se puede ni plantear. Y en el fondo no es un deseo incontrolable. Es una especie de mezcla entre cariño, deseo y amistad. A mi pregunta de "qué haces?" ha respondido "Así nos vamos mejor a dormir, no?".

Pues no sé. Me encuentro sola escribiendo en el blog a las 6:30 de la mañana, después de darme besos con el ex de mi amiga y que mi ex se haya ido en taxi a su casa en lugar de a la mía a compartir sexo y cama como la semana pasada...

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