Sin embargo, desde aquella noche imprevista de pasión con Mr. Neverendingstory he despertado a la "bestia". Hemos repetido sólo dos veces (aunque en mi cabeza han sido muchas más...). Me encanta sentirme viva y estoy intentado aprovechar este momento de sensualidad pero sé que este torrente de emoción está mal dirigido. El sigue sintiendo algo fuerte por mí, es innegable, pero no está dispuesto a entrar de nuevo en el torbellino de nuestra historia. Yo le entiendo, pero como le dije "Soy una kamikaze emocional": me resulta tan difícil alcanzar la intensidad de sentimientos que tengo con él que, mientras lo sienta, yo me expondría al dolor una y mil veces.
Procuro llevarlo con ligereza, fluir con el momento y mantener el contacto con la realidad de que no vamos a reconstruir nuestra historia de amor, pero sin negarme el placer de tenerlo como amante a veces. Es un equilibrio difícil, un caramelo envenenado. Puedo engañarme pensando que mantengo el control, pero el nudo de mi estómago cuando el sábado no se vino conmigo a casa me recuerda que los sentimientos son un volcán que, en el momento menos pensado, estalla.
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